Entrevista Johnathan Torres / Fotos Cristopher Sandoval.

Hola Devy ¿Qué es lo que más te emociona de correr? ¿Y qué esperas de Nueva York?

Lo que más me emociona de correr es la libertad que siento cada vez que lo hago. Ese momento en el que me encuentro conmigo misma y recuerdo lo capaz que soy de lograr todo lo que me proponga. Correr me ha enseñado que no existen límites cuando se trabaja con constancia, amor y fe.

De Nueva York no espero más que disfrutarlo al máximo. No me aterra ni me abruma; simplemente quiero vivirlo con todo lo que soy. He trabajado demasiado por esto y, para mí, ese es el verdadero fin: poder estar ahí, celebrando el camino, más allá de cualquier resultado.

¿Cómo lo percibes a nivel espiritual y en dónde cabe la pasión por correr? ¿Cómo conectas ambas cosas?

Correr es mi refugio, mi espacio de calma y de conexión. Es mi forma de meditar, de soltar lo que pesa y de recargarme de vida. Cuando corro, me siento en paz, me siento viva, me siento aquí, ahora.

La pasión por correr nace de ese lugar, de ese encuentro conmigo misma donde descubro que puedo más de lo que creía. Me conecta con la gratitud, con mi propósito y con esa fuerza que a veces olvido que tengo. Correr me recuerda quién soy.

«Correr es mi refugio, mi espacio de calma y de conexión. Es mi forma de meditar, de soltar lo que pesa y de recargarme de vida».

¿Qué quieres dejarte a ti misma de Nueva York?

Quiero dejarme la satisfacción de haberlo vivido con el alma, de no guardarme nada y de disfrutar cada paso, cada kilómetro, cada emoción. Quiero recordarme que los sueños se alcanzan con trabajo, con paciencia y con fe; que llegué hasta ahí porque nunca dejé de creer en mí y que, pase lo que pase, ya gané, porque me atreví a vivirlo.

También quiero llevarme los momentos compartidos: reencontrarme con personas que quiero, con amigos del running y con esa comunidad tan linda que siempre me acompaña. Me hace feliz compartir lo bonito que la vida me regala, abrirme a todo lo que llega y vivir cada experiencia sin miedo, sin reservas, dejando que este viaje me siga enseñando quién soy.